He querido hacer una receta distinta que me gustaría compartir con vosotros. Y es que ya que siempre suelo hacer los mismos tipos de bizcochos, o bien el de yogur o uno de chocolate, he querido esta vez mezclar un poco de cada uno dando como resultado un bizcocho bicolor que os presentaré a continuación. Además es una receta muy sencilla que no supone ninguna dificultad.
- 4 huevos
- 250 gr. de azúcar.
- 500 gr. de harina.
- 250 ml. de leche.
- 250 ml. de aceite.
- 1 sobre de levadura royal.
- 1 cucharada de almendras molidas.
- 3 cucharadas de cacao en polvo.
- 50 gr. de chocolate cobertura.
Lo primero que hacemos es mezclar el azúcar con los huevos. Batimos bien con unas varillas hasta que nos quede una mezcla homogénea.
Una vez que lo tenemos mezclado, echamos la leche y batimos para que se vuelva a mezclar bien.
Tras esto, incorporamos el aceite y volvemos a batir para que nos siga quedando una mezcla homogénea.
Cuando hayamos puesto toda la harina y no tengamos grumos, debemos separar la mezcla en dos recipientes distintos, la mitad en cada uno. Uno será el que nos de el color claro del bizcocho (al que le echaremos la almendra molida) y otro nos dará el color oscuro (al que le echaremos el cacao).
Como he dicho, a una de las mitades le echamos la almendra molida.
Y a la otra le echamos el cacao en polvo y el chocolate de cobertura que previamente hemos deshecho. En caso de no tener chocolate de onza, podemos preparar un poco del cacao en polvo dejándolo muy espeso.
Ahora llega el momento de montar el bizcocho para que nos quede bicolor y no se nos junten las dos partes. En este caso yo he elegido un molde rectangular aunque lo normal para los bizcochos suelen ser los moldes circulares. En todo caso, el molde debe estar previamente engrasado con un poco de aceite o mantequilla derretida. Lo mejor es poner en este momento el horno a calentar a unos 180º para que al terminar de montar el bizcocho el horno ya haya cogido un poco de temperatura.
Pues bien, para que nos queden las dos partes del bizcocho bien diferenciadas tipo cebra, tendremos que ir echando en el centro del molde unas tres cucharadas de la parte blanca. Inmediatamente y sin mover el molde, echaremos sobre esa parte blanca otras tres cucharadas de la parte negra y así sucesivamente hasta acabar con las dos partes que tenemos.
Cuanto más grandes nos queden las capas, más separados se verán los colores al terminar el bizcocho. Al terminar nos quedará algo similar a esto.
Tras esto, meteremos el bizcocho en el horno con mucho cuidado ya que si lo movemos mucho corremos el peligro de que las capas se mezclen. Lo dejaremos a 180º unos 40 minutos aunque lo mejor es ir controlando poco a poco porque puede quemarse por la parte de arriba. Si vemos que se está haciendo demasiado, podemos ponerle un trozo de papel de aluminio por encima para que no se nos queme. Iremos además pinchando con una aguja larga y en el momento en que salga limpia podremos sacarlo.
El resultado final salta a la vista. En este caso, al echar muchas capas y pequeñas, han quedado más juntas y por tanto se diferencian menos. Como os he dicho, si queréis que se noten más, debéis echar más cantidad en cada capa (cuatro cucharadas abundantes por ejemplo) y no demasiadas.
Espero que os guste y os aproveche.
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