Esto no es un adiós, es sólo un hasta pronto

Finaliza el curso (aunque los equipos directivos quizás sigamos trabajando...) y éste, además de haber sido un poco más duro que otros, se caracteriza porque finaliza una etapa en mi corta carrera profesional. Después de 8 años en tierras castellanas y leonesas (eso lo aprendí en estos años, porque sino diría castellano-leonesas) vuelvo a la tierrina, a Asturias.

No puedo quejarme ni de los destinos que he tenido ni de la gente con la que me encontrado ya que todos me han tratado bien. Es cierto que sólo he estado en tres coles, en tres destinos, pero en todos he estado bien (aunque esas nieves de Aguilar...).

CEIP Antonio Valbuena

Comencé en tierras leonesas, el Antonio Valbuena, en León. Y allí empecé a lo grande ya que mi plaza era de Audición y Lenguaje, lo que había estudiado, dar apoyo a niños con problemas de lenguaje, de uno en uno o de dos en dos... Pero en cambio empecé siendo tutora de 24 niños (y qué niños...) que me dieron mucha guerra pero fueron los que mejor recuerdo me dejaron.

También fui maestra de Audición y Lenguaje. Y coordinadora de ciclo.

No fue fácil el primer año de los tres que estuve, ya que por mucho que aprendas en la carrera, la experiencia es un grado y la mía era nula. Pero allí había maestras y maestros veteranos que me ayudaron, me asesoraron y me orientaron en la labor. Lidu y Víctor en primaria y Eva en audición y lenguaje siempre me echaron un cable ¡¡Bueno!! ¡¡y mis queridísimas conserjes!! Eva y Cristina que antes de que les pidieras algo ya lo estaban haciendo, con una silla siempre disponible para mí en su rincón y alguna como una madre.

Ángel, el dire, llegó un año después y no le pude considerar nunca jefe, aunque con lo que ascendió... Ahora que yo pasé también por esa experiencia puedo decir que mucho tuvo que aguantar, lo que se agradece más aún si cabe.

IES Santa María la Real

Tras tres años allí, me tocó conocer tierras castellanas. Destino: Aguilar de Campoo. Un instituto que no es lo mio, mucha nieve y olor a galletas, pero nuevas experiencias profesionales. Dar apoyo a adolescentes hormonados de 1º y 2º de la ESO, ir a Jaca de Semana Blanca con ellos y aprender a esquiar, empezar mi experiencia con el inglés en la escuela de idiomas... Y trabajar en un monasterio del S. XIII, cosa que jamás habría pensado (y menos aún que los alumnos lo mantuvieran impecable).

Entrada al IES

Junto con Julia, la profe de mate, luché para intentar enderezar el camino de varios alumnos. Y con Tere, la profe de historia, repasé los temas de manera que casi consiguió que me llegase a gustar esa asignatura. Mucha gente querría ese puesto porque el horario del instituto es mucho mejor y el trabajo de PT más cómodo. Pero entrar en la sala de profes y que casi ni te saluden...eso no está hecho para mí...

Fue entonces cuando decidí comenzar la experiencia de la dirección (y por extensión la jefatura de estudios...) e irme a Villaquejida. Un cole pequeño y desconocido, en un pueblo, cuatro localidades... A priori un reto difícil que no sabía si sería capaz de superar. Lidiar con madres y padres, profes, alumnos, ayuntamientos...¡y tener contentos a todos! Hasta que no pasas por ello, no sabes realmente lo que es (ya lo dice Ángel, todo docente debería ser director para luego ser mejor maestro). Ahora lo veo claro, no me arrepiento de haber aceptado el reto y me voy contenta con el trabajo realizado. Además, ¡de qué hubiera conocido yo sino Soria!

Bien es cierto que las cosas me han ido bien no sólo por mi trabajo. Mónica, la anterior directora, me ayudó mucho, pues los comienzos son complicados. Además me rodeé todos los años de un buen equipo directivo, tanto Germán como Rosana me pusieron las cosas más fáciles. Bueno... ¡y el teléfono! Jose y su paciencia infinita cogiendo el teléfono cada vez que le llamaba con alguna duda y siempre me las resolvió todas. Se lo agradezco muchísimo.

CRA Ruta de la Plata

También los compañeros me lo pusieron fácil, fui bien acogida desde el primer momento y nunca me dieron ningún problema. Porque además de directora fui maestra, y cada año de cursos distintos. Durante tres años que estuve en Villaquejida di clase a todos los niveles de primaria, de 1º a 6º, por increible que parezca.

Aunque lo más importante fue que allí algunas pasaron de ser compañeras a ser amigas, ¿verdad Marian? (te recuerdo tu dedicatoria...). "Mis chicas del café" me acogieron desde el principio y saben que fueron fundamentales. Con Marian, María y Ana fueron muchos, Cristina disfrutó de alguno menos (ser madre hace poco es lo que tiene...) y a Eugenia nos costó sacarla de casa. Pero ahí nos mantuvimos al pie del cañón. 

Resumiendo, durante mi corta carrera profesional en Castilla y León puedo decir que he conocido la mayoria de las realidades educativas (nunca se conocen todas, siempre te encuentras con algo nuevo). He sido tutora, especialista, directora, coordinadora, he dado clase a todos los niveles de primaria e incluso 1º y 2º de la ESO, he conocido la educación en ciudad, en pueblo de meseta y de montaña. Y para que no todo parezca idílico, también me he topado con gente "no tan buena" porque en todas las profesiones los hay.

Ahora regreso a la tierrina y empiezo una nueva etapa: un nuevo cole, una nueva ciudad, una nueva vida. Pero se que las amistades se mantendrán, que me vendréis a ver (sobre todo porque tenéis piso gratis y playa...aunque sol igual no...) y que por un medio u otro mantendremos el contacto porque ya sois parte de mi vida.

Acordaros siempre de la asturianina.