Hoy en día en las aulas nos encontramos cada vez con más frecuencia alumnos que consideramos demasiado inquietos y movidos, despistados o que no siguen la clase como se esperaría de ellos. A estos alumnos, a veces por parte del colegio y otras por parte de las familias, en seguida se les cataloga como niños hiperactivos sin saber las repercusiones que ello puede tener. No es lo mismo que un niño sea "inquieto" a que sea hiperactivo, es decir, que tenga un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
En esa entrada quiero matizar un poco en qué consiste este trastorno y proporcionar algunas orientaciones y recursos para los maestros que tengan en su aula algún niño con TDAH.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno psiquiátrico, el más frecuente en la infancia, que se caracteriza porque el niño presenta hiperactividad, impulsividad y/o inatención a unos niveles muy por encima de lo que cabría esperar en un niño de esa edad. Además, el propio trastorno hace que tenga dificultades en diferentes tareas como leer, escribir, memorizar, recordar, escuchar, deletrear, razonar...
A la hora de llevar a cabo el tratamiento, el maestro resulta un pilar fundamental ya que además de precisar tratamiento farmacológico y psicológico, también está el psicopedagógico implicando la colaboración conjunta de padres y profesorado. Éstas son algunas orientaciones muy básicas a tener en cuenta para tratar los diferentes síntomas que pueden presentar estos alumnos:
PAUTAS PARA MEJORAR LA ATENCIÓN
- Dar órdenes claras, breves y concisas, manteniendo el contacto visual.
- Premiar las conductas apropiadas, fomentando los premios en lugar de los castigos.
- Sentar al alumno cerca y acordar una señal para evitar la distracción.
- Disminuir los estímulos irrelevantes del aula y su pupitre.
- Enseñarle técnicas para organizar el tiempo de manera correcta.
- Establecer rutinas, que pueden ser para toda la clase, no sólo para él.
- Avisar cuando se van a producir cambios en las rutinas.
- Escribir las tareas a realizar en la pizarra, no darlas solo oralmente.
- Darle algún tipo de responsabilidad en la clase.
- Fraccionar las tareas en pequeños pasos.
PAUTAS PARA DISMINUIR LA HIPERACTIVIDAD
- Acordar alguna actividad para que se levante de su sitio de forma controlada.
- Reducir la cantidad de tareas y establecer descansos.
- No limitarle el movimiento ni el hablar en clase continuamente.
- No hacer caso cuando realiza movimientos incontrolados.
- No permitir que el resto de alumnos imiten su actitud.
PAUTAS PARA CONTROLAR LA IMPULSIVIDAD
- Definir unas normas claras para la clase que estén expuestas a la vista de todos.
- Dividir las actividades en partes así como las que se desarrollarán en el futuro, anticipándolas siempre.
- Recompensar las conductas adecuadas, mejor con refuerzos sociales, e ignorar las conductas inapropiadas.
- Acostumbrale a que siempre piense lo que va a hacer, lo diga en voz alta y después lo haga.
- Si llegase a estar fuera de control: sacarle del aula hasta que se relaje.
Además de estas orientaciones básicas, obviamente siempre se debe tratar el tema con el orientador o psicopedagogo del centro que será la persona más indicada para darnos pautas de actuación en el aula.
Por otro lado, dado que estamos en un momento plenamente tecnológico y en mi caso siempre me gusta aprovechar este tipo de recursos, os dejo unos cuantos enlaces donde podéis encontrar material para trabajar con niños que presenten TDAH tanto on-line como para descargar.
GUÍAS
VÍDEOS Y CUENTOS
FICHAS DE ATENCIÓN
JUEGOS
OTROS
Con todo esto sólo trato de dar unas orientaciones a aquellos maestros que por primera vez tengan un alumno con TDAH en el aula y no sepan como ayudarle. Pero después, y como bien sabéis, cada alumno es un mundo y cada maestro deberá buscar la mejor manera de ayudarle adaptándose siempre a sus capacidades y limitaciones.
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