Siempre se dijo que la noche de San Juan, la más corta del año, es una noche mágica. Es como si el fuego y las hogueras nos transportaran a otra época entrando en juego historias de brujas, conjuros e historias diversas.
En cada lugar, esta noche se celebra de una manera diferente,pero con el fuego siempre como protagonista. Hay lugares como A Coruña donde las pandillas hacen hogueras en la playa, sitios como Alicante donde las calles se llenan como en las fallas...
En Ribadesella, mi pueblo, la noche de San Juan se celebra en lo que ya hace tiempo se conoce como "el prau de San Juan".
Dicen los lugareños que este terreno dentro de la ría no existió siempre. Fue gracias a un alcalde del pueblo, que se empeñó en sacarlo de la nada pese a la oposición de algunos sectores. Hoy en día, además de celebrar allí esta fiesta, disfrutamos de un gran polideportivo, mejor que muchos de los que podemos tener en ciudades como Gijón u Oviedo.
Pero volvamos a la fiesta, a la noche mágica...
La tradición en Ribadesella, que podemos celebrar gracias a que el día siguiente es fiesta local, consiste en ir a este prao con familia o amigos.
El día antes se va a parcelar el prao, cada grupo cierra un trocito para sí, donde al día siguiente se disfrutará de una merienda-cena con mucha comida y normalmente más bebida.
En la tarde de San Juan parte del grupo suele ir de avanzadilla para ir encendiendo la hoguera particular donde se cocinarán las costillas, paellas, chorizos...que se cenarán a posteriori. La banda de gaitas ameniza la espera que nunca se hace eterna.
Según va llegando la gente, cada grupo va cenando y visitando a otros amigos que están repartidos por todo el prao e invita a su vez a los que vienen de visita a su parcela. Un culete de sidra es imprescindible para todo aquel que llega.
Y así...comiendo y bebiendo, llega la hora mágica, las 12 de la noche. Puntualmente se enciende la gran hoguera central que días antes han estado montando con ramas, hojas secas y trozos de madera. En pocos segundos, todo comienza a arder y los más supersticiosos arrojan trozos de papel con los malos augurios o los más ansiados deseos, según cada cual. Los estudiantes, además, tienen por costumbre arrojar los apuntes del instituto que tantos quebraderos de cabeza les trajeron durante el curso.
La gran hoguera ardiendo |
Cuando la hoguera ya arde por completo, la gente corre y baila alrededor de ella cogidos de la mano la Danza Prima, un sencillo baile asturiano. Es espectacular ver cómo las llamas se alzan majestuosas ante uno, sobre todo cuando la luna llena también es testigo de ello.
Tras esto, una orquesta ameniza la velada que puede alargarse hasta altas horas de la madrugada. Para los más jóvenes lo normal es enlazar con la mañana siguiente, yendo a desayunar a alguno de los bares del pueblo. Los que ya tenemos unos años, y sobre todo si trabajamos al día siguiente...¡lo normal es retirar antes de que la hoguera se apagué por completo!
Sea como fuere, algo tendrá esta noche cuando todo el mundo habla de ella...la noche más corta, el día más largo...
En definitiva, una noche mágica para desear que todos vuestros sueños se hagan realidad.